viernes, 16 de diciembre de 2011

1ª PARTE. CARTA ABIERTA A LA PRESIDENTA DE CASTILLA-LA MANCHA









"""Estimada señora:
Me permito escribirle una carta abierta porque estoy convencido de que la responsabilidad que ocupa es patrimonio de todos los ciudadanos que habitamos Castilla-La Mancha, le hayan votado o no. He escuchado los ahorros de gasto público que ha anunciado usted en la mañana del viernes 2 de diciembre de 2011 para equilibrar las cuentas de la Administración regional que su gobierno preside (porque de aumento de ingresos vía impuestos no he escuchado nada, y menos de lucha contra la economía sumergida). No me han sorprendido porque continúan en la línea iniciada a finales de agosto: reducción de gastos en los servicios esenciales que pretende garantizar, introducir la iniciativa privada (y por tanto el beneficio) en la gestión de los servicios públicos, reducir la plantilla de los empleados públicos que los prestan y empeorar sus condiciones laborales porque cree usted que son unos privilegiados por tener un trabajo fijo en medio del paro creciente (pero aprobaron una oposición y están ahí por la profesionalidad y la independencia política de los servicios públicos universales, ¿no?).

El gobierno de las familias.
Yo sé que a ustedes, las gentes del Partido Popular, les gusta mucho comparar el gobierno de lo público con la administración doméstica de las familias. Señora De Cospedal: a una familia que tiene que afrontar una situación de escasez económica lo último que se le ocurre (en el mejor de los casos, pues seguramente ni tan siquiera se le pase por la cabeza) es contratar con una asesoría privada para mejorar la gestión interna de su casa, primero porque le supone un coste adicional (que contribuiría al beneficio de la empresa contratada) y segundo porque a nadie le gusta que alguien ajeno conozca las intimidades de su casa y menos de su economía.
Nadie se cree, por tanto, que los hospitales de Almansa, Manzanares, Tomelloso y Villarrobledo sean inviables si no se introduce la gestión privada de insaciables compañías sanitarias. Nadie se cree que éstas vayan a actuar gratis o con menor coste para los ciudadanos a través de las arcas públicas. Nadie quiere que empresas privadas tengan acceso a su historia clínica personal. Nadie quiere, en fin, que empresas privadas metan la mano en la caja de la sanidad regional. Señora De Cospedal: a una familia que tiene que afrontar una situación de escasez económica lo primero que se le ocurre es procurar aumentar ingresos. Primero por la vía del trabajo de sus miembros, por cuenta ajena o propia. Segundo, pidiendo ayuda a su familia sanguínea o a sus amigos. Tercero, endeudándose con los anteriores o con el banco que se preste, hasta que la familia vuelva a la senda de la estabilidad económica. Etc. Lo último que hace es vender sus posesiones, porque las menos valiosas no le van a sacar de su dificultad ni siquiera a corto plazo y prefiere no malvender sus posesiones más valiosas (su casa, su vehículo,…) porque sabe que le va a faltar su sustento básico y un medio de acceso al trabajo. No pasa nada por utilizar fondos propios de la Junta de Comunidades para favorecer planes de empleo en aquellas actividades que los grandes empresarios privados, sus queridos “emprendedores”, han abandonado para dedicarse a la especulación financiera y, una vez que
ésta se ha vuelto incierta, dirigir su apetito a los servicios públicos esenciales y universales que son la responsabilidad de todo gobierno que se precie. No pasa nada por aumentar esos fondos propios exigiendo a quienes han provocado o se han beneficiado de la crisis económica actual, o a quienes simplemente les va mejor, que contribuyan progresivamente vía impuestos según su riqueza. No pasa nada por endeudarse transitoria y moderadamente si es para generar
empleo allá donde realmente se necesita, mediante una buena dirección y en las familias sin ningún ingreso. Sin embargo, usted ha optado por no aumentar ingresos mediante impuestos y sí malvender vehículos para sustituirlos por una fórmula más cara a medio plazo (el “renting”, que sólo beneficia a los bancos) y malvender inmuebles vacíos propiedad de la Junta de Comunidades, en lugar de rehabilitarnos y alquilarlos, por ejemplo. Incluso tuvo la osadía en agosto de proponer la venta de centros sanitarios para luego pagar a sus nuevos propietarios un alquiler con opción a compra… ¿cuándo? ¿Dentro de 50, de 100 años? ¿Quién estará entonces por aquí para reclamar lo que es público, de todos los ciudadanos?…”"""

La carta continúa. Para que no se haga pesada mañana seguimos.

UN SALUDO SOCIALISTA