martes, 25 de mayo de 2010

CARTA ABIERTA A LA CESADA CONSEJERA DE CULTURA


CARTA ABIERTA A LA CESADA CONSEJERA DE CULTURA DE LA JUNTA DE COMUNIDADES DE CASTILLA LA MANCHA

Mi escasamente apreciada y sin embargo compañera María Soledad:

He tenido conocimiento de tu cese como Consejera de Cultura de la Junta de Comunidades de CLM y te confieso que no le he sentido nada en absoluto, es más, como paso por ser hombre sincero, he de decirte que me alegro, sobre todo por la Junta y por el Socialismo.

Hace escasamente un mes visitaste nuestro querido pueblo y dos de sus enseñas: el Sacro Convento Castillo de Calatrava la Nueva y el depauperado Palacio de Clavería, faltó llevarte a la plaza del pueblo para que vieras la tercera pata identitaria: el escudo fascista de la España una, grande y libre que preside el frontispicio del Ayuntamiento y así te hubieras hecho una composición de lugar más acorde a la que viviste.

Del Sacro Convento nada tengo que decir puesto que, de no ser por la Junta de Comunidades de CLM y antes Calzada de Cva., no existiría piedra sobre piedra. El Siglo XIII y el año 1217 quedan un poco lejanos y, a decir verdad, hemos tomado conciencia de propiedad cuando ya era un bien de interés nacional-internacional. Por lo tanto, las sucesivas Escuelas Taller y los innumerables planes de restauración obedecen a una necesidad lo suficientemente objetiva como incontestable.

La segunda parte de tu periplo vino a recalar al devastado –desde siempre- Palacio de la Clavería que parece haber encontrado el bálsamo de Fierabrás en las lluvias de invierno y primavera. No sé quién te vendió la moto o qué tipo de puente colgante o de rastrillo se utilizó para llegar a tus orejas; de lo que no me cabe la menor duda es que no te enteraste de la misa la mitad.

Debías haber sabido, despistada compañera, que el Palacio de Clavería lleva en situación de “emergencia” más de 50 años; que si no se había iniciado la restauración había sido por voluntad y decisión del PP que gobierna (o desgobierna, mejor) esta localidad; que los propietarios de más del 50% de la superficie pertenecían a “intocables” del PP y que, por tanto, cualquier actuación tendente a pacto, enajenación o expropiación siempre acabaron en fracaso o dique seco. Debías haber sabido que con el bálsamo y la excusa de las lluvias ya se habían destinado en torno a 260.000€ para desescombrar, eso sí, a empresas ajenas a la localidad y dejando la mano de obra local al margen. Todo esto deberías haberlo preguntado sin interferencias, topos o tapas porque para eso el partido que te nombró Consejera tiene aquí su Agrupación Local con sus órganos de dirección que, a lo que veo, funcionan mejor que alguna Consejería.

Pero, sobre todo, cuando tragaste el anzuelo de la “actuación de urgencia” por valor de 185.000€ en el Palacio de Clavería (que necesitará más de un millón de euros) te debías haber asesorado, como han hecho y hacen otros Consejeros o Delegados de la Junta con los compañeros y compañeras de aquí, que son los que conocen y saben dónde está la paja y dónde el grano.

De la tercera parada frente al aguilucho fascista que encandila a propios y extraños, ¿qué decir? Tal vez si hubieras puesto alguna condición en tu visita, el águila caudal hubiera volado, pero ni de eso te has enterado. Lástima.

No sé si en tu cese habrá tenido algo que ver mi repulsa absoluta y la del Comité Ejecutivo Local ante los órganos de dirección del partido por tu comportamiento y decisión; no somos vanidosos y queremos pensar que todo habrá transcurrido por otros cauces, pero si a oídos del Presidente Barreda hubieran llegado nuestras quejas y planteamientos contra tu manera de proceder (no contra la subvención a nuestro Palacio, recalco para intérpretes interesados, no contra la subvención a nuestro Palacio) y en algo han influido, desamada camarada, nos alegramos de tu marcha porque puedo o no estar de acuerdo con tu proceder político, pero no te permito ni a ti ni a nadie que lleve el mismo carné político que yo llevo la humillación a un compañero o compañera, y eso es lo que hiciste por omisión con dos Concejales socialistas cuando, cediendo al rastrero y melifluo canto de los chupópteros de la derecha aldeana, te marchaste a comer con el Alcalde y otros a cuenta de la sinecura municipal sin siquiera tener la deferencia de exigir la presencia de tus dos compañeros.

Que lo hicieran esos fatuos del mismo pesebre que Camps y compañía, ahítos de mala leche y ayunos de educación, pase; que lo hicieras tú es para cesarte.


Santiago Ciudad, Secretario General