El paro apenas bajó un 0,92 por ciento en julio en Castilla-La Mancha, el
peor dato para este mes desde 2002. El número de parados registrados en las
oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) en Castilla-La
Mancha al término del mes de julio se situó en 236.705 personas, lo que supone
un descenso de 2.190 respecto al mes anterior. Unas cifras a todas luces
insuficientes que ponen en entredicho la versión oficial de la recuperación
consolidada que defiende el Gobierno central. Acerca de este fenómeno
reflexiona Salvador García Llanos en el siguiente artículo.
LOS DATOS DEL PARO
REFLEJAN TEMPORALIDAD Y PRECARIEDAD.
En un informe elaborado por la Fundación
1 de mayo, de la central sindical Comisiones Obreras, se señala que,
actualmente, hay 3.842.438 personas que no perciben prestaciones por desempleo.
Toma como base el registro más reciente de la Encuesta de Población Activa
(EPA) que contabiliza 5.616.011 desempleados. Si el número de parados que
recibe alguna prestación es de 1.773.573 personas, la tasa de protección se
eleva al 31,6%, que desciende 0,9 puntos con respecto al primer trimestre y 2,9
en relación al año anterior.
Esta es la otra cara de las estadísticas del desempleo, anticipadas a
conveniencia por miembros del Gobierno, incluido el propio Rajoy, para
argumentar el discurso de la recuperación económica basada en sus políticas,
reforma laboral consignada, por supuesto. El cruce de datos, como se señala en
el informe, al consignar como beneficiarios de prestaciones a personas que no
se contabiliza como parados, favorece el resultado final. Y destaca el ejemplo:
los demandantes ocupados a tiempo parcial que compatibilizan su trabajo con una
prestación aparecen en el total de beneficiarios pero no entre los parados
registrados.
Las cifras y los porcentajes, pues, son aún elevados, lo que significa que,
independientemente de la legítima alegría que supone el acceso al mercado
laboral de miles de personas, hay que ser cautos y nada triunfalistas a la hora
de interpretar las estadísticas.
Que no extrañe, por tanto, la iniciativa parlamentaria de los socialistas en
forma de Proposición No de Ley, consistente en una ayuda de 426 euros para
parados sin prestaciones con hijos, extensible a otros colectivos que se hallen
en situación de vulnerabilidad, como las víctimas de la violencia machista,
personas con discapacidad y mayores de 45 años.
La medida, de prosperar, tendría carácter coyuntural por un período de seis
meses prorrogables mientras la tasa de desempleo supere el 15%. La partida
económica para financiar este subsidio saldría, según los promotores de la
iniciativa, del ahorro de más de dos mil seiscientos millones de euros respecto
a la cifra presupuestada para prestaciones por desempleo en los servicios
públicos de empleo estatal. Este ahorro podría sumar seis mil millones de euros
a finales del presente año.
Lo que hay: el problema del desempleo lo sigue siendo pese a las cifras que lo
han mitigado a lo largo de los últimos meses. Ejemplo: un veinticinco por
ciento de los contratos laborales firmados el pasado mes de julio duraron menos
de una semana.
Si eso no es precariedad y temporalidad, que Báñez y Rajoy sigan buscando eufemismos.
UN SALUDO SOCIALISTA