Siguiendo en el análisis del pasado pleno, podemos ver que la palabra de los populares no tiene valor alguno pues, como quedó demostrado con los datos aportados por el portavoz socialista Jesús Prieto, firman acuerdos que luego no tienen valor ni agallas a cumplir. El asunto de los símbolos franquistas es un ejemplo de lo que se dice. Hace varios años, y en sesión plenaria, hubo un acuerdo entre los populares y el partido socialista para erradicar todos los emblemas franquistas que se exhiben en nuestro pueblo y que en los tiempos en los que vivimos chirrían demasiado. ¿Por qué después de varios años aún no han sido borrados de nuestras calles y plazas? ¿Qué misterioso interés tienen aquellos que acordaron quitarlos y siguen sin quitarlos?
Los acuerdos que se hacen entre personas serias, se cumplen y los acuerdos que se toman y no se cumplen por quienes tienen que cumplirlos dicen mucho de la seriedad y valores de aquellas personas que se toman la vida como un escenario para imponer sus histerias.
Además los populares aldeanos, con Miguel a la cabeza, tienen ciertas reminiscencias de tiempos pasados y da la impresión que no quieren romper con aquella época en la que el fascismo era una forma de vida para algunos, no para los trabajadores y los desprotegidos. Por este motivo el mantener los símbolos de la desunión y de la supremacía de fachas sobre la clase obrera, a ellos los reconforta y engrandecen. Esta acérrima defensa de divisas caducas demuestra el talante de los que nos gobiernan en Aldea. Ordeno y mando, emblemas con los que los populares alardearon en más de una ocasión en la legislatura pasada.
En el pasado Pleno se llegó a otro acuerdo con el mismo fin que el de hace varios años y además incluyendo fecha de ejecución, antes del 31 de diciembre de 2011. Ya veremos, y como decimos en Aldea, hasta que no lo vea cumplido no me creo nada y menos de gente que sólo hacen que incumplir lo que pactan o acuerdan.
La demagogia es un valor para los populares aldeanos y, como hemos podido ver y padecer a menudo, hacen gala de sus valores constantemente al pasar olímpicamente de la realidad aldeana, que no es otra que después de mas de tres meses seguimos sin gobierno y sin alcalde. Miguel tiene asuntos más urgentes fuera del pueblo que los de los vecinos que lo votaron.
Ni soluciona los asuntos de los aldeanos, que son muchos e importantes, ni, según los medios de comunicación y la realidad educativa actual, soluciona los asuntos para los que lo han nombrado fuera del pueblo. Nunca los educadores han estado tan indignados con los directivos por su incompetencia. A nuestro Miguel ya lo conocen en todos los colegios e institutos de la provincia por su inoperancia a la hora de afrontar los problemas, en Aldea ya lo conocíamos desde hace tiempo. Que abran los sentidos quienes firmen algún acuerdo con él pues aquí tenemos experiencia de sus continuos incumplimientos.
Esperemos que en esta ocasión todo sea normal y se comience a cumplir con los acuerdos que se toman en el máximo órgano municipal. Si es así podremos decir que la razón comienza a ablandar sentimientos.
UN SALUDO SOCIALISTA
