Opinión Lanzadigital, martes 11 de diciembre de2012
Santiago Ciudad
Primos con mucho riesgo
En un país donde se escribe el
editorial del resultado de una huelga general veinticuatro horas antes de celebrarse
y por la lectura del mismo se cobran 600€ (Herman Tersch), en un país
donde el Ministro de Educación, tras sesudos estudios y reflexiones, concluye
que, si el 94% de los alumnos de 2º de Bachillerato aprueban la Selectividad,
es que "el sistema no funciona" y se autocalifica como "toro bravo";
en un país en que el custodio mayor del dinero se apellida "Botín",
la Ministra de Sanidad "Mato" o quien tiene la obligación de
controlar el botellón en Madrid "Botella", en un país así es difícil
confiar.
Esta es la patria en la que hace un
año se gorjeaba en todos los confines del solar patrio, por parte de los en un
tiempo "populares" y hoy bastante menos, "¡No más iva, no más
iva!" y a los pocos meses acabaron subiéndolo todo -incluyendo el iva-; un
lugar donde el Presidente de los empresarios está en la cárcel, donde los
enterradores de Bankia andan de rositas y el Presidente del estado es el máximo
riesgo para el común de los ciudadanos, en un país así es lógico el
desbocamiento de la prima de riesgo y, sobre todo, un lugar abonado para el
medro y la existencia de primos con mucho riesgo.
En este país hubo un tiempo en que se
vivía con dignidad, un tiempo en que los trabajadores tenían obligaciones, pero
también derechos; un tiempo en que caer enfermo no se penalizaba (bastante cruz
arrastra quien la padece), un tiempo en que los escasos recursos económicos
familiares no suponían muro ni frontera para adquirir la mayor formación y
capacitación académica y profesional, un tiempo en que la consecución de un
puesto laboral en el ámbito de lo público se sometía a los principios universales
de igualdad, mérito, capacidad y publicidad; un tiempo en que se pagaban
impuestos a cambio de sentirse protegidos frente a la enfermedad, los avatares
de la vida imprevistos o la vejez, un tiempo en fin en que protestábamos y
llegamos a protestar por auténticas nimiedades en comparación con la enormidad
de la debacle en que hoy nos debatimos.
Cuando ese mundo comenzó a peligrar,
la derecha hispánica buscó la víctima propiciatoria y una dicharachera portavoz
de la misma sentenció lapidariamente aquello de que: "La prima de riesgo
se llama José Luis Rodríguez Zapatero". Fue por entonces cuando empezamos
a oír hablar de la "prima de riesgo"; resultó ser un familiar que todos
teníamos en casa y del cual jamás nos habíamos acordado.
Luego, poco a poco, nos fuimos
enterando del monumental fraude de los bancos americanos –y españoles-, de la
política ruinosa aznarí en lo que a liberalización del suelo se refiere y la
posterior burbuja inmobiliaria que "la prima" se iba a encargar de
pinchar.
Llegó noviembre de 2011 y el Equipo A,
en misión patriótico-nacional y a la voz de: "Si quieres trabajo, vota
PP", se lanzó al rescate de los 5.000.000 de parados "de
Zapatero" (Glorioso Floriano dixit) y a reverdecer los desvaídos colores
patrios. Para entonces habíamos sufrido la agresión inmisericorde a la inteligencia
de Cospedal denunciando una conspiración paranoica a base de detectives
supuestamente contratados por el PSOE que "espían a cargos del PP".
Había surgido el nuevo Cid castellano-manchego versión pijocañí-. Todavía nos
quedaba sufrir el oprobio y la vergüenza nacional e internacional de la trama
Gürtel en la que a Mariano le daba igual estar delante, detrás o al lado, total
la gente lo aguantaba todo y así se demostró cuando, henchido de corrupción por
los cuatro costados, el PP ganó las elecciones generales de 2011 prometiendo
exactamente lo contrario de lo que comenzó a practicar desde el minuto uno tras
tomar las riendas del gobierno.
Sí, todo ha resultado una monumental
estafa premeditada y puesta en práctica con un cheque en blanco que nadie había
concedido. Las hemerotecas y el material audiovisual son la conciencia de estos
mercachifles de la buena voluntad y de la confianza de la gente. Por eso,
cuando se exige un referéndum, lo que se está exigiendo es el derecho a no ser
engañado. El PP llegó al poder para cambiar un modelo social que ha funcionado
desde que la Dictadura finiquitó, un modelo social que ha mirado con sana
envidia al modelo social-demócrata de los países nórdicos, un modelo social en
que los impuestos garantizan la prestación de servicios públicos dignos:
servicios sanitarios, educativos y sociales. La paradoja es que el nivel
impositivo y la presión fiscal con la llegada de los "illuminatti" no
sólo no ha descendido como prometieron si no que ha subido groseramente y donde
más injusto resulta, en los impuestos indirectos (¡y no iban a tocar el iva!)
mientras que los servicios públicos y la cobertura social comienzan a ser cosa
de los libros de historia.
Mención aparte merece la pérdida de
derechos civiles y conquistas sociales a la sombra de los recortes económicos.
El Secretario de Estado del Ministerio del Interior, Sr. Cosidó ha declarado
que: "Estamos estudiando prohibir las grabaciones a la policía"
cuando se producen cargas contra los manifestantes. La sin par Sra. Cifuentes
(¿Habrán localizado ya a su marido?), Subdelegada del Gobierno en Madrid, ha mostrado
su interés por "modular" el derecho a manifestación y huelga por
"las molestias" que los manifestantes y huelguistas provocan a los
vecinos de Madrid. ¡Qué original! Lisa y llanamente quieren poner la mordaza al
ciudadano, quitarle el primario derecho a lamentarse y protestar. Si quieren se
puede expresar más prosaicamente: con este gobierno está en peligro hasta la
libertad. Y todo en nombre de una teórica "única salida a la crisis".
Pues no, señores, esa única receta allá donde se ha puesto en práctica ha
supuesto un rotundo fracaso sin paliativos traducido en empobrecimiento de la población,
regresión en los derechos, sufrimiento y crispación social, cuando no
violencia. No ha solucionado problema alguno porque, cuando toda la batería
económica de un gobierno se circunscribe a recaudar- recortar,
recortar-recaudar a costa de todo y de todos, el consumo se retrae y en esta economía
occidental si el consumo disminuye, el edificio montado en torno a él se
desmorona sin solución de continuidad. Si, además, se aplica la guadaña en
segar empleo público industrialmente y se facilita el despido libre a través de
esa guillotina de empleo llamada Ley de Reforma Laboral, entonces quedan pocos
motivos para la esperanza, salvo que nos quede la ilusión de mirar a los que
están peor que nosotros; pero para hacer ese camino, sobraban estas alforjas.
Lo dicho, si la prima de riesgo se
llamaba Rodríguez Zapatero, estos primos con Mariano al frente son los
parientes ideales para huir de la familia. Digo.
SANTIAGO CIUDAD
UN SALUDO SOCIALISTA