Como en la anterior intervención hecha en esta página anunciábamos, la forma en la que el Ayto. ha procedido en la oposición para ordenar la bolsa de empleo local había sido nefasta y arbitraria negando la igualdad de oportunidades para todos los que habían solicitado su entrada en esa bolsa. Ya denunciamos que lo ocurrido era impugnable y así ha sido. La presentación de un escrito de protesta con la firma de algunos de los afectados ha sido el revulsivo para que la Comisión de Empleo de nuestro Consistorio tuviera a bien reconocer que se había metido la pata hasta el fondo y que no se había procedido con la ponderación exigida a cualquier estamento público con cierto grado de equilibrio.
En esta ocasión no vale aquello de que “es de sabios reconocer los errores” No, porque no ha sido un error pues ellos mismos editaron las bases que les parecieron oportunas y aún así no las cumplieron. No ha sido un error sino un acto premeditado con un fin clarísimo que todos sospechamos y, de momento, no les ha resultado porque unos vecinos artos de que los ninguneen han tenido la valentía de impugnar lo que se ha hecho mal y han conseguido que se repitan las pruebas.
Las nuevas pruebas se repetirán en fechas próximas y mucho nos tememos que se intentará alguna nueva argucia al límite. Las bases no han sido modificadas aunque se espera que en esta ocasión sean citados los sindicatos como muestra de garantía del proceso.
En la Comisión de Empleo que trató la impugnación se mostraron, al parecer, los verdaderos talantes de varios de sus componentes, en especial Miguel y su sostén. Miguel, al parecer, echaba leche por un colmillo al ver y comprobar que habían metido la pata hasta el corvejón. El máximo responsable de lo que se cuece en el Ayto. es el alcalde y en este caso también. Su único afán era ver quien había hecho ese documento. Miguel, si las cosas se hacen bien y sin prejuicios desde el principio no se tiene que analizar ningún escrito impugnando la mala fe con la que se actúa.
Parece ser que en ese rifirrafe sobre la investigación del autor del escrito, uno de los portavoces utilizó la palabra “vil o vileza” ante la defensa del derecho a la igualdad de trato y oportunidades entre las personas. Señor portavoz, vil no es el que defiende sus derechos de la forma que mejor le parezca, aunque sea poniendo en evidencia la falta de seriedad con las que ustedes tratan a los vecinos. Quien actúa de manera mezquina o vil es quien, aprovechándose de la buena fe y de la confianza de los compañeros, los engaña y los intenta dejar a los pies de los caballos por no se sabe bien que fines personales. Vil, o que actúa con vileza, es aquella persona que aprovechándose del trabajo de un colectivo actúa en contra de los intereses de ese colectivo. Algunos sinónimos de vil son: grosero, soez, pillo, sinvergüenza, tuno, despreciable, traidor, infiel, miserable… Quien se refiere a otros utilizando palabras como las anteriores debe reflexionar antes de utilizarlas porque en algunas ocasiones tienen efecto boomerang. Los ciudadanos deben ser tratados con respeto, incluso cuando se delibera en privado, pues son quienes con su dinero mantienen las instituciones, también nuestro Ayto.
La ofuscación no es la mejor seña de identidad de un político, el respeto a los demás debería ser exigible cuando uno se presenta a algún cargo. No respetar las normas de un colectivo al que se utiliza para lograr intereses personales debería ser motivo de renuncia. El error se puede perdonar pero quien engaña y trampea llevará ese estigma durante toda su vida.
Quien lucha por lo justo siempre tiene su recompensa. La dignidad de las personas no se debe mangonear desde ninguna Institución y menos desde un Ayto. como el nuestro.
UN SALUDO SOCIALISTA.
